El CBD o Cannabidiol es un compuesto presente de forma natural en la planta del cannabis. Junto con el THC, son los dos cannabinoides más abundantes en la planta. A diferencia del THC, el Cannabidiol no es psicoactivo. De hecho, funciona como antagonista del THC, reduciendo su psicoactividad y produciendo un efecto sedante.
El Cannabidiol fue descubierto en la década de los años 40 y estudiado en la de los 60 gracias al equipo del Dr. Mechoulan. Desde el primer momento quedó claro el potencial terapéutico de este compuesto. Sin embargo, no ha sido hasta las últimas dos décadas, cuando se ha empezado a estudiar en profundidad los mecanismos y las rutas metabólicas que sigue esta versátil molécula.
En los últimos años se han multiplicado los estudios científicos y ha aumentado exponencialmente su consumo. La clave del incremento del consumo de CBD está en su baja toxicidad y la ausencia de efectos adversos.
¿Cómo funciona el CBD en nuestro organismo?
Los fitocannabinoides de la planta son capaces de provocarnos diferentes reacciones e interactuar con nuestro sistema nervioso de una forma sorprendente. Cada cannabinoide tiene unos efectos diferentes en nuestro cuerpo. Así como el THC resulta estimulante y psicoactivo, el CBD es relajante y medicinal. Y no son los únicos, CBG, CBN, CBC son solo algunos de los más de 100 cannabinoides que se pueden encontrar en la planta. También entran en juego los terpenos, terpenoides y flavonoides, compuestos aromáticos que influyen en la ecuación regulando los efectos del CBD y del THC.
Nuestro cuerpo es capaz de sintetizar sus propios endocannabinoides, muy similares en estructura y funcionamiento a los que produce la planta. Estas moléculas análogas al THC y al CBD son la Anandamida y el 2-araquidonil-glicerol (2AG). Se cree que las deficiencias a la hora de sintetizar estas moléculas, está directamente relacionada con la aparición de dolencias como la Fibromialgia o la Epilepsia. Esto explicaría la efectividad de la administración de cannabis medicinal en estos pacientes.
El Cannabidiol es capaz de interactuar con nuestro Sistema Endocannabinoide, principalmente con los llamados receptores CB2, que están repartidos por nuestro sistema nervioso periférico. Los estudios científicos preliminares apuntan a que el CBD es capaz de regular un gran número de procesos y sistemas del organismo como la temperatura corporal, el apetito, los ciclos del sueño, las funciones reproductivas, la inflamación o el dolor.